Conoce tres pasos para salir del estado de desamor.

Cuando entramos en estado de despecho es normal culparnos o culpar al otro del dolor que se siente por la ausencia de la expareja. Este es solo el comienzo de una etapa corta, que puede alargarse, de acuerdo con lo que cada uno quiera de su vida. Marketing del corazón te enseña tres pasos para salir del despecho.

Aceptar

Lo primero que debes hacer es aceptar la condición en la que te encuentras. Decirlo en voz alta y aceptarlo: estoy soltero, soy viudo, soy separada, estoy solo, no estoy en una relación. No interesa en este paso la forma en quedaste solo, lo que importa es la situación actual y dar el primer paso. En marketing empezamos una estrategia cuando sabemos desde donde se comienza y qué es lo que vamos a vender, si no sabes lo que vas a vender, no hay ningún camino a tomar. Por eso debes partir desde una realidad para continuar, el primer paso puede tomar tiempo y tal vez duela, pero es el comienzo de la continuidad de tu historia.

El Desahogo

Una vez aceptas tu situación actual, expresa lo que sientes, identifica los sentimientos que llevas dentro. ¿Qué sientes? ¿rabia?, ¿dolor?, ¿culpa?, ¿tristeza?, ¿alegría?, ¿descanso?, etc. ¡Exteriorizar! esto permite comprender lo que debemos hacer. Si tengo rabia, debo comprender al otro y perdonar; si tengo tristeza, debo sacarlo y curarme, si siento culpa, debo perdonarme y entender en qué fallé. Este proceso nos permite digerir lo que llevamos adentro, sacarlo nos lleva a curar lo que debo sanar, tomarnos el tiempo de hacer esto es parte de un duelo bien llevado. Cuando no lo hacemos así, podemos herir a personas que no tienen nada que ver con lo que estamos viviendo, podemos herirnos a nosotros mismos, podemos caer un caos de sentimientos si no comprendemos lo que hay dentro.

Un buen ejercicio para sacar estos sentimientos es escuchar canciones que te lleven a esto, puedes ver películas que te saquen este llanto que necesitas sacar. Para la rabia o la culpa, escribe todo lo que quieres decir en un papel, todo lo que te salga, escribe todas las hojas que sean necesarias, no restrinjas tu vocabulario ni te cohíbas de escribir lo que salga en ese momento. Para estos procesos, acompaña con música cada momento. Eso ayuda a que la inspiración aparezca. Si sientes un fresquito, una sensación de tranquilidad, de “ya me liberé de esto”, examina tu interior y reflexiona acerca de los sentimientos del otro.

Esta etapa de desahogo te permite evaluar lo que pasó en la relación, que se identifiquen los errores y que se aclare en tu corazón y tu mente lo que sucedió y lo que está sucediendo en tu interior. Esto te permite prepararte para el siguiente paso.

La Reconfiguración

Si  has jugado videojuegos, es el mismo restart, el “apague y vuelva a prender a ver si funciona el aparato”.

En este paso, se toma la decisión de dejar atrás la situación para comenzar una nueva historia en nuestras vidas. No necesariamente de amor, es una historia de nosotros mismos, de nuestra esencia, de quiénes somos y de qué es lo que queremos realmente.

Las relaciones suelen distraernos de nosotros mismos, suelen cambiar los objetivos que tenemos y a veces transformamos los objetivos propios por objetivos en la relación. Eso no tiene nada de malo, de hecho eso hace parte de la vida, pero en este momento en el que ya estamos dejando atrás una historia. Debemos comenzar por el inicio, recuperando lo que soy, mi escencia pura, mis fortlezas, mis debilidades y esta estrategia de reconfiguración inicia haciéndonos las preguntas básicas para volver a comenzar:

Quién soy

Qué me gusta, qué quiero

Cómo me gusta, cómo me siento mejor

Cuándo me gusta hacer mis actividades, cuándo quiero iniciar una nueva relación, cuándo estaré listo

Dónde quiero estar, dónde me gusta vivir

Por qué quiero esto, por qué voy a esperar, por qué quiero iniciar este proyecto etc

Esto va a hacer que sepas cuál es el camino que vas a tomar, cuando comienzo a conocerme y a plantear mis propios objetivos es más fácil continuar, tomar decisiones y negociar con las personas, con quienes compartimos momentos.

Una vez te reconoces, sabes lo que quieres, lo que te gusta y especialmente lo que no te gusta, va a ser más sencillo iniciar y seguir tu camino con más claridad. No temas comenzar, una nueva historia está por escribirse y tú eres el protagonista.